lunes, 6 de agosto de 2012

El pueblo que no quería ser gris - Beatriz Doumerc


Había una vez un rey grande, en un país chiquito.
En el país chiquito vivían hombres, mujeres y niños.
Pero el rey nunca hablaba con ellos, solamente les ordenaba.
Y como no hablaba con ellos, no sabía lo que querían, lo que no querían,Y si por casualidad alguna vez lo sabía, no le interesaba.

El rey grande del país chiquito, ordenaba, solamente ordenaba; ordenaba esto, aquello y lo de más allá.
Que hablaran o que no hablaran, que hicieran así o que hiciera asá.
Tantas órdenes dio, que un día no tuvo más cosas que ordenar.
Entonces se encerró en su castillo y pensó, y pensó, hasta que decidió:
“Ordenaré que todos pinten sus casas de gris”.

Y todos pintaron sus casas de gris.

Todos menos uno, uno que estaba sentado mirando el cielo.
Y vio pasa una paloma roja azul y blanca.

“¡Oh! ¡Qué linda!” dijio maravillado, “Pintaré mi casa de rojo azul y blanco”. Y la pintó nomás.

Cuando el rey miró desde su torre y vio entre las casas grises una roja azul y blanca se cayó de espaldas una vez, pero en seguida se levantó y ordenó a sus guardias:
-¡Traigan inmediatamente a uno que pintó su casa de rojo azul y blanco!

Los guardias aprontaron sus ojos para verlo todo, sus orejas para oir mejor y marcharon.

Pero mientras llegaban a la casa de “uno”, otro, que vivía en la casa vecina dijo:
“¡Qué linda casa; yo también pintaré la mía así”.
Y la pintó nomás.
Entonces cuando los guardias llegaron, no supieron cuál era la casa de uno y cual la casa de otro,
así que regresaron al castillo y hablaron con el rey.

-¡No puede ser!- dijo el rey, y miró desde la torre.
Al ver lo que vio se cayó de espaldas dos veces, Pero enseguida se levantó. Y ordenó a sus guardias:
-Me traen a uno y a otro, inmediatamente!
Pero ya un tercero Había visto las dos casa de rojo azul y blanco Y en un instante pintó la suya.

Los guardias no tuvieron más remedio que regrear y preguntarle al rey:
-¿Qué hacemos, traemos a uno, a otro y a otro?
Entonces el rey se cayó de espaldas tres veces, y los guardias tuvieron que ayudarlo a levantarse
-¡Traen a los tres!- dijo en cuanto estuvo levantado.
Pero cuando los guardias bajaron, no había tres casas pintadas.

Había 333.333

-Bueno- dijeron los guardias Cuando terminaron de contarlas -se lo diremos al rey.
Y el rey se cayó de espaldas una vez, dos, cuatro, ocho, dieciséis, treinta y dos, sesenta y cuatro y ciento veintiocho veces.

Mientras se caía y se lo levantaban, el rey ordenaba.
-¡Que me traigan todo lo que sea rojo, azul y blanco!
Los guardias bajaron ligerito.

En la ciudad había 333.333 casa rojas, azules y blancas, y las aceras en rojo, azul y blanco, y los perros metían las colas en los tachos de pintura y luego se sacudían al lado de los árboles, los jinetes con sus ropas recién pintadas subían a los caballos yl os caballos al galopar dejaban los caminos pintados; y las palomas mojaban sus patitas en los charcos de pintura que brillaban al sol, luego volaban a los palomares, y los palomaresn pintaban las alas de las palomas asi que cuando éstas volaban por el cielo parecían barriletes de colores; y todos los miraban y se sentían muy contentos.

Todo era rojo, azul y blanco.
Todo menos el rey, sus guardias y el castillo.

¡Todo aquel que sea rojo, azul y blanco debe marchar inmediatamente al castillo!
¡El rey lo ordena! –dijeron los guardias.
y todos, hombres, mujeres, niños, ancianos, caballos, perros y pájaros, gatos y palomas,
todos los que podían marchar, llegaron al castillo.

Eran tanto, tanto, y estaban tan entusiasmado, que al momento el castillo, las murallas, los fosos, los estandartes, las banderas, quedaron de color rojo azul y blanco.
Y los guardias también.
Entonces el rey se cayó de espaldas una sola vez, pero tan fuerte que no se levantó más.

El rey de la comarca vecina, al mirar desde lo alto de su torre dijo:
-Algo ha sucedido, el rey del país chiquito ha cambiado el color de sus estandartes, enviaré a mis emisario
para que averigüen lo que ha sucedido.

-¿Qué ha sucedido?, ¿qué ha sucedido? –preguntaron los emisarios, cuando estuvieron en presencia del rey.
Pero el rey grande del país chiquito estaba tan caído, Que ni siquiera podía contestar.

Entonces “uno” dijo:
-Resulta que yo estaba en la puerta de mi casa, tomando el fresco, mirando el cielo, y vi pasar una paloma roja azul y blanca, y entonces… y siguió contando todo lo que había sucedido.

-Podermos sobre aviso a nuestro rey, -dijeron los emisarios del país vecino-, no vaya a ser que le pase lo mismo. Y marcharon al galope.
Claro, que los caballos llevaban ya sus patas pintadas y mientras galopaban, pisaban los caminos de rojo azul y blanco…

Pero fueron las palomas, las que primero llegaron a la comarca del rey vecino.
Y uno que estaba sentado en la puerta de su casa tomando el fresco, las vio y dijo:
-¡Oh! ¡Qué lindo!, Pintaré mi casa de rojo, azul y blanco.

Y la pintó nomás, y … como pueden ustedes imaginar este cuento que acá termina por otro lado vuelve a empezar.

jueves, 19 de julio de 2012

Recordando al Negro Fontanarrosa

A cinco años de que saliera de gira, la mejor manera de tener presente a este gran tipo y escritor... uno de sus tantos cuentos (y de fulbo): "MEMORIAS DE UN WING DERECHO"

Y aquí estoy. Como siempre. Bien tirado contra la raya. Abriendo la cancha. Y eso no me enseño nadie. Son cosas que uno ya sabe solo. Y meter centros o ponerle al arco como venga. Para eso son wines. No me vengan con eso de wing “ventilador” o wing “mentiroso” o las pelotas. Arriba y contra la raya. Abriendo la cancha para que no se amontonen los forwards en el medio. Nada de andar bajando a ayudar al marcador de punta ni nada de eso. Si el marcador de punta no puede con el wing de él... ¿para qué m... juega de marcador de punta? Lo que pasa es que ahora cualquier mocoso le sale con esas teorías nuevas y nuevas formas de juego o te viene con la “holandesa” o la brasileña y otras estupideces.
¡Por favor! El fútbol es uno solo y a mí no me saca de la formación clásica: el arquero bien parado en la raya y atento. Por ahí escucho decir que Gatti juega por toda el área o sale hasta el medio de la cancha... Y bueno, así le va. Yo al arquero lo quiero paradito en su arco y nada más. Para eso es arquero. Después una línea de tres. Después otra de cinco. Y arriba que nos dejen a nosotros tres. Más de veinte años hace que jugamos así y nos hemos podrido de hacer goles. De a siete hacemos. Yo ya debo llevar como 6.800. Yo solo... ¡Después me dicen de Pelé! O arman tanto despelote porque Maradona hizo cien. Cien yo hago en una temporada. Y en verano, cuando los pibes se quedan en el club como hasta las dos de la matina, me atrevo a hacer cuarenta, cincuenta goles por semana. Cuarenta, cincuenta. Yo solo... Maradona... ¡Por favor! Y eso para no hablar del centrofoward nuestro. Debe llevar más de 12.000 goles. por debajo de las patas... Y...¡el tipo está ahí!, donde deben estar los centrofoward. En la boca del arco. En el área chica. Pelota que recibe, ¡Pum! adentro. A cobrar. Y ojo, que el nueve de los de Boca no es maño tampoco. Es el mismo estilo que el nuestro. Siempre ahí: en la troya. Adonde están los japoneses. ¡Nos ha amargado más de un partido, eh! Yo no he visto los goles que nos ha hecho pero escucho los gritos y el ruido de la pelota adentro del arco.
Le da con un fierro el guacho. Pero, claro, tiene dos wines que son dos salames. Por ahí si jugara al lado mío él también habría hecho como 12.000 goles. ¡Si le habré servido goles al nueve! ¡Si le habré servido goles! Me acuerdo el día del debut. Le estoy hablando de hace 25 años, 25 años, un cuarto de siglo. Sacaron la lona que cubría la cancha y le juro que nos escegueció la luz. Un solazo bárbaro. Yo casi no podía ver por el resplandor en las camisetas, especialmente en las nuestras. Claro, por el blanco. Las bandas rojas parecían fuego. No como ahora, que está saltando todo el esmalte y se ve el plomo. O el piso, del verde ya no queda casi nada. ¡Cómo está ésta cancha! ¡Qué lástima! Qué poco cuidada está. Pero bueno, ese día fue algo inolvidable. Era domingo al mediodía y se ve que los muchachos estaban alborotados porque esa tarde jugaban River y Boca en el Monumental y ellos se habían reunido en el club para irse todos juntos en el camión para el partido. ¡Huy, lo que era ese día! Y claro, llegaron ahí y se encontraron con que la Comisión Directiva había comprado el metegol.
Yo había escuchado desde abajo de la lona que pensaban inaugurarlo esa noche cuando los socios se juntaban en la sede social a comentar los partidos o tomarse un fernet antes de cenar. Pero... ¡qué!... apenas los muchachos vieron el metegol al lado de la cancha de básquet ni siquiera se molestaron en meterlo adentro.
¡Además, esto es pesado, eh! No sé cuántos kilos debe pesar esto, pero es pesado. Puro fierro, de las cosas que se hacían antes. Bueno, ahí nomás lo destaparon y se armó el partido. Yo calculo, calculo, que había de haber entre 20 y 25 años personal viendo el partido. ¡No menos, eh! No menos. Una multitud. Y había apuestas y todo. Le digo que calculo que había esa gente porque yo ni miré para arriba, le juro, no me atrevía a levantar la vista del cagazo que tenía. Le juro. Uno escuchaba bramar esa tribuna y temblaba.
¡Qué cosa inolvidable! Nosotros, los tres de adelante, tuvimos suerte porque el tipo que nos manejaba se ve que sabía. Yo apenas sentí que se movía, dije: “Hoy vamos a andar bien”. porque también es importante el tipo que a uno le toque para manejarlo. Usted podrá tener condiciones, es más, podrá ser un fenómeno, pero si el que está afuera es un queso, va muerto. Y yo le digo, ahora, con experiencia, yo apenas noto cómo el tipo me mueve ya me doy cuenta si conoce o no. Es una cuestión de experiencia , nada más. No es que uno sea sabio. Escúcheme, usted ve un tipo cómo se para en la cancha y ya sabe cómo juega al fútbol. No tiene necesidad ni de verlo correr. ¡Por favor! Pero ese día se ve que el tipo conocía. No era ni improvisado ni uno que agarra la manija porque está aburrido y para matar el tiempo se juega un metegol. De esos que usted trata de ayudarlos, de darles una mano pero al final el que queda como un patadura es usted. Cuando el culpable es el que tiene la manija. Y usted los escucha gritar: “¡Qué tronco es el siete ese! ¡Qué animal el wing!”. Hay que aguantar cada cosa. ¡Por favor! Pero ese día no. Ese día tuve suerte, lo que es importante en un debut. Y más en un River-Boca. Usted sabe bien cómo son estos partidos. Un clásico es un clásico, digan lo que digan ahora yo ya tengo como 30.000 clásicos jugados y así y todo, le digo, todavía cuando escucho el pique de la primera pelota en la mitad de la cancha me pongo nervioso. Parece mentira. Es que son partidos muy parejos. Somos equipos que nos conocemos mucho. Pero aquél día tuvimos suerte, por lo menos los de adelante. De la mitad de la cancha para adelante la rompimos, la hacíamos de trapo. “Tachola”, me acuerdo que se llamaba el que tenía la manija. Me acuerdo porque le gritaban permanentemente y además porque durante cuatro años vuelta a vuelta venía al club y jugaba. ¡Cómo sabía ese tipo! Lo arruinó la bebida. Cuando llegaba en pedo yo me daba cuenta porque nos hacía hacer molinetes y cada cagada que ni le cuento. Un día me hizo hacer un molinete y yo cacé un chute que la pelota saltó del metegol e hizo sonar un vaso. Me quería hacer pagar a mí el desgraciado. Pero cuando estaba sobrio era un león. Y ese día la gasté. En la defensa no andábamos tan bien porque el que manajaba a los tres era un salame. Un paspado. Pero con los de adelante bastaba.
No hay mejor defensa que un buen ataque, mi amigo, eso lo sabe cualquiera. ¡Por favor! Ahora se meten todos abajo. Están locos. tres pepas hice ese día. Y las otras tres se las serví al nueve, al morochón. Y no tenía bigotes. Lo que pasa es que algún mocoso se los pintó con birome para que se pareciera a Luque. Un gol, me acuerdo, un gol, la bola rebotó en el corner y se me vino. Ibamos perdiendo uno a cero, porque ¡ojo! habíamos arrancado perdiendo, y la hinchada bramaba. La puse debajo de la suela y casi la astillo. La empecé a pisar y me la traje despacito para el medio. El nueve se fue para la izquierda y el once también, para abrirme un buco. Yo la masé y un par de veces amagué el puntazo, pero el fullback me tapaba el tiro y no veía ángulo para el taponazo. Le cuento que yo no le hago asco a patear y cuando veo luz le sacudo. A mí no me vengan con boludeces. Pero el rubio que me marcaba me tapaba bien. Entonces yo agarro y la engancho de nuevo para afuera, para mi lado, como para meterle un derechazo cruzado, al segundo palo, a la ratonera. ¡Si habré hecho goles así! Y cuando el rubio me sigue para taparme y el arquero cubre el primer palo, de revés nomás, cortita, la toco para el medio. Y el nueve, sin pararla ché, le puso semejante quema que abolló la chapa del fondo del arco. ¡Qué golazo! ¡Lo que fue eso! Yo lo había escuchado al negro, lo había escuchado. Cuando yo me abrí para la derecha y ví que la defensa se venía conmigo. Y lo escuché al Negro que me grita: “¡Ah!”. Y se la toqué. Lo mató al Negro. Lo mató. La hacemos siempre a ésa. Diga que ya nos conocen. ¡Qué partido fue ése! Y para esta noche tenemos uno lindo. Si es que vienen los muchachos. Porque los escuché decir que iban a las maquinitas. Siempre hablan de las maquinitas. Vaya a saber qué es eso. Acá una vez al club trajeron una. Yo siempre escuchaba unos ruidos raros, unas cosas como “pluic” “plinc” , “clun” y unas sacudidas. Unas luces. Pero después no lo sentí más. Dicen que se le jodió algo adentro a la máquina, algún fusible y nunca hay guita para comprarlo. Son máquinas delicadas. De ésas que hacen los yanquis. Por eso los muchachos siempre vuelven. Porque el fútbol es el fútbol. Esa es la única verdad. ¡Qué me vienen con esas cosas! Son modas que se ponen de moda y después pasan. El fútbol es el fútbol, viejo. El fútbol. La única verdad.
¡Por favor!

domingo, 8 de julio de 2012

http://www.youtube.com/watch?v=ETbXqyOyWhw
... enlace de un video en que Alberto Laiseca narra un cuento del Infante Don Juan Manuel: "El brujo postergado"... una joya española del siglo XIII .

sábado, 30 de junio de 2012

SAER: un entenado


    Juan José Saer nació en Serodino (Provincia de Santa Fe) el 28 de junio de 1937. Fue profesor de la Universidad Nacional del Litoral, donde enseñó Historia del Cine y Crítica y Estética Cinematográfica. En 1968 se radicó en París. Su vasta obra narrativa, considerada una de las máximas expresiones de la literatura argentina contemporánea, abarca cuatro libros de cuentos –En la zona (1960), Palo y hueso (1965), Unidad de lugar (1967), La mayor (1976)– y diez novelas: Responso (1964), La vuelta completa (1966), Cicatrices (1969), El limonero real (1974), Nadie nada nunca (1980), El entenado (1983), Glosa (1985), La ocasión (1986, Premio Nadal), Lo imborrable (1992) y La pesquisa (1994). En 1983 publicó Narraciones, antología en dos volúmenes de sus relatos. En 1986 apareció Juan José Saer por Juan José Saer, selección de textos seguida de un estudio de María Teresa Gramuglio, y en 1988, Para una literatura sin atributos, conjunto de artículos y conferencias publicada en Francia. En 1991 publicó el ensayo El río sin orillas, con gran repercusión en la crítica, y en 1997, El concepto de ficción. Su producción poética está recogida en El arte de narrar (1977), paradójico título que expresa, quizás, el intento constante de Saer por –según sus propias palabras– "combinar poesía y narración". Ha sido traducido al francés, inglés, alemán, italiano y portugués.

jueves, 10 de mayo de 2012

PIZARNIK: la última inocencia

ALEJANDRA PIZARNIK BUENOS AIRES 29 -4-1936    25-  IX--1972

Alejandra nace en una familia de inmigrantes Judios Rusos estudia Filosofia y letras . Entre 1960 y 1964 vive en Paris , donde trabaja en la revista CUADERNOS, tradujo a..ANTONIN ARTAUD...HENRI MICHAUX...AIME CESAIRE....E IVES BONNAFOY..ESTUDIO Historia de la Religion..y Literatura Francesa en la SORBONA durante su estancia en Paris..Pone fin a su vida con una sobredosis de Seconal ..El 25-IX-1972 cuando pasaba un fin de semana fuera de la clinica psiquiátrica donde estaba internada.

La noche se astillo de estrellas
el aire arroja odio
embellecido rostro

con musica.

Pronto iremos
arcanos sueños

aun separando de mi sonrisa
el mundo este demacrado
hay pena pero no lagrimas

¿ Que hare conmigo ?

En Alejandra Pizarnik se denota claramente su fascinacion por la infancia perdida
que en ella se convierte en una obsesiva mutación que cambia los signos. En la fas-
cinacion por la muerte, lo deja claro en este extracto de su diario donde dice : Mi
soledad maúlla. La sufro con promesas vagas..Mentir si ..Algun dia encontrareis esté
divorcio y sera antiguo..Algun dia veran mis faltas y se reiran de la moda actual.....El
vanguardismo sera clasicismo y  otros jovenes rebeldes se reiran de el .Pero ¿ ...es
posible soportar esto? Quiero morir tengo miedo de entrar al pasado, pienso en alguna
mujer de mi edad de hace un siglo, ¿Que haria cuando estaba angustiada?. ¿QUE ?

Que es lo que llevo a una mujer del talento de Alejandra nacida un 29 de Abril de 1936
a poner el punto y final a su existencia con las 50 pastillas de Seconal sódico cuando tan
solo tenia 36 años ? ..Tal vez fue su propia perigrinacion hacia un destino inevitable y al
mismo tiempo tambien predecible, al examinar su obra poetica. Vemos que cuando
publica su primer libro..LA INOCENCIA PERDIDA...En el cual para `poder publicarlo tuvo 
una importancia capital su padre ..ELIAS PIZARNIK..Pues siempre le inculco a Alejandra
una educacion liberal y le permitio su forma de vida ademas de entender su vocacion
eso teniendo en cuenta el rol de la mujer en esos años y particularmente siendo de
origen Judio es todo un merito.

Alejandra siempre tuvo ciertos rasgos de timidez enfermiza, su tartamudeo y su asma
fueron su somatizacion de la fragiliudad espíritual..Buena prueba es que ella misma llego
a dudar de su talento y nos dice: NO LEERIA PARA APRENDER SI NO PARA GOZAR.....¿APRENDER
QUE ?..No tengo deseos de fomentar modas de expresion.   TEMO DAR LUZ ALOS MONSTRUOS..
Mis contenidos expresivos son fragmentarios, divorciadas de lo que realmente temo..Primero
se trata de un problema de distribucion de energias..PERO LO ESENCIAL ES LA PROPIA FALTA
MIA DE CONFIANZA EN MIS MEDIOS INNATOS Y ESPIRITUALES...Pizarnik sentia asi la critíca a sus trabajos, si bien es verdad que siempre tuvo un grupo fiel de seguidores incondicionales que
leian con verdadera devocion su obra..Al mismo tiempo que otros consideraban que estaba
sobrevalorada y de tener ciertas vertientes en su forma de escribir de subordinacion al arte
en la efectividad....Alejandra siempre dubitativa ya tuvo esas dudas en sus comienzos dudas
en cuanto a estudiar periodismo o Filosofia que las disipo su profesor de literatura Moderna Juan
Jacobe Berjalia, pero ella de espiritu inquieto y tambien por cierta terapia recomendada la llevan
a las Artes Plasticas de ahi su gran amistad con el pintor JUAN BATLLE PLANAS.............

Despues de tomar analgesicos y sonniferos por sus frecuentes migrañas empieza a experimentar con 
anfetaminas que se hacen presente antes de su exilio voluntario en Francia......Tras varios intentos
de mirar hacia adelante y escapar de la desesperacion conoce al gran escritor Uruguayo QUIROGA
 QUE QUIZAS FUERA ESTA RELACION LO MAS CERCANO QUE ALEJANDRA ESTUVIERA DEL AMOR....Pero
la muerte coqueteo varias veces con ella en su existencia....Pues salvo una tia paterna en Francia
y otra materna en Avellaneda los demás familiares de Pizarnik fueron victimas del Holocausto lo
cual hizo que la condicionaran respecto a la misma muerte, a si como su aversión a la politíca que
ella siempre justifico que su FAMILIA EN EUROPA HABIA SIDO ANIQUILADA POR EL FASCISMO Y EL
ESTALINISMO.

Mujer de una personalidad arrolladora, hizo un camino inverso literario, que fue del minimalismo
conciso a cierto Barroquismo recargado..En sus ultimos trabajos NOMBRES Y FIGURAS 1966...Y
LA CONDESA SANGRIENTA 1971 O EL INFIERNO MUSICAL TAMBIEN EN 1971 ya se puede vislumbrar
en ella un animo testamentario aún en contra de sus propios pensamientos..Pero so obra su poesia perfecta su técnica con la palabra es lo real y conclusivo..NADA ME PUEDE IMPORTAR LO QUE ME
DICEN PUES NADIE ME DICE NADA...CUANDO CREEN DECIRME ALGO...SOLAMENTE ESCUCHO MIS SUEÑOS DESESPERADOS....LOS CANTOS LITURGICOS VIVIDOS DE LA TUMBA SAGRADA DE MI ILICITA .......
INFANCIA.

OBRAS
LA TIERRA AJENA....1955
LA ULTIMA INOCENCIA...1956
LAS AVENTURAS PERDIDAS...1958
ARBOL DE DIANA.....1962
LA CONDESA SANGRIENTA....1971
EL DESEO DE LA PALABRA....1975
PEQUEÑOS CANTOS........1971
TEXTO DE SOMBRAS Y ULTIMO POEMA....1982
PROSA POETICA..............1987
POESIA COMPLETA....55...1972....2000
PROSA COMPLETA .......2002

domingo, 29 de abril de 2012

GALEANO: las letras abiertas de América Latina


Eduardo Hughes Galeano (Montevideo, 3 de septiembre de 1940) es un periodista y escritor uruguayo, una de las personalidades más destacadas de la literatura latinoamericana.
Sus libros han sido traducidos a varios idiomas. Sus trabajos trascienden géneros ortodoxos, combinando documental, ficción, periodismo, análisis político e historia. Galeano niega ser un historiador: "Soy un escritor que quisiera contribuir al rescate de la memoria secuestrada de toda América, pero sobre todo de América Latina, tierra despreciada y entrañable". Se clasifica como un periodista que estudia la globalización y sus efectos.
Nació en el seno de una familia católica de clase media con ancestros galeses, alemanes, españoles e italianos. Durante su adolescencia transitó por diversos trabajos: fue mecánico de coches, recaudador, pintor de carteles, mensajero, mecanógrafo y cajero. A la edad de 14 años vendió su primera caricatura política a El Sol, el periódico semanal del partido socialista.
Comenzó su carrera como periodista a principios de los años 1960 como editor de Marcha (1960-64), un semanario que, bajo la dirección de Carlos Quijano, ejerció fuerte influencia en el pensamiento uruguayo de la época y que contó con contribuciones tales como las de Mario Vargas Llosa, Mario Benedetti, Manuel Maldonado Denis y Roberto Fernández Retamar. Durante dos años editó el diario Época y trabajó como editor en jefe en la prensa universitaria.
En 1973 el golpe militar tomó el poder y, debido a su involucramiento con corrientes marxistas (MLN-T), Galeano fue capturado y luego forzado a escapar. Se estableció en Argentina, donde fundó la revista cultural Crisis. En 1976, cuando la dictadura de Jorge Rafael Videla tomó el poder en Argentina mediante un golpe militar, su nombre fue agregado a la lista de aquellos condenados por los escuadrones de la muerte, razón por la cual se vio obligado a huir nuevamente, esta vez a España, donde escribió su famosa trilogía Memoria del fuego.
Eduardo Galeano reside desde 1985 -tras finalizar la dictadura uruguaya- en su Montevideo natal, donde sigue haciendo su literatura y su periodismo de marcado tinte político.
Algunas de sus Obras:
Las venas abiertas de América Latina (1971) es su obra más conocida, un acta de acusación de la explotación de Latinoamérica por poderes extranjeros a partir del siglo XV. Su extensa bibliografía y minuciosa investigación permitió al autor plasmar crudamente la problemática sociológica, económica y política de América Latina.
Memoria del fuego, obra ampliamente aclamada por los críticos, es un relato de la historia de América dividido en tres tomos. Sus personajes son figuras históricas, generales, artistas, revolucionarios, obreros, conquistadores y conquistados, quienes son presentados en episodios breves que reflejan a su vez la historia colonial del continente. Comienza por los mitos de creación pre-colombinos y culmina en la década de 1980.
Ha sido galardonado con el Premio Casa de las Américas en dos ocasiones: en 1975 con la novela La canción de nosotros, y en 1978 con Días y noches de amor y de guerra, de género testimonial. Su último libro, Espejos, ha sido aclamado por la crítica y los lectores.
Otros libros de Galeano son: El libro de los abrazos (1989), Las palabras andantes (1993), El fútbol a sol y sombra (1995) y Patas arriba-la escuela del mundo al revés (1998).[]
Galeano ha sido comparado con John Dos Passos y Gabriel García Márquez.
En el año 2008, fue conductor del programa de televisión "La vida Según Galeano", emitido por Encuentro, el canal del Ministerio de Educación de la República Argentina. En cada capítulo expone varios relatos breves, de diversas temáticas como historia, política, el arte, el amor, los hombres, el mundo, entre otras, con principal referencia a la cultura latinoamericana.

ROBERTO ARLT: un juguete rabioso


Roberto Godofredo Christophersen Arlt nació en Buenos Aires, en el barrio de Flores, el 2 de abril de 1900. Hijo de Karl Arlt, un inmigrante prusiano, y Ekatherine Iobstraibitzer, una autríaca del Tirol cuya lengua materna era el  italianano.
En 1921 cumple el servicio militar en Córdoba y se casa en 1922 con Carmen Antinucci. En 1924 regresa a Buenos Aires.

Publicó El juguete rabioso, su primera novela, en 1926. Por entonces comenzaba también a escribir para los diarios Crítica y El mundo. Sus columnas diarias Aguafuertes porteñas, aparecieron de 1928 a 1935 y fueron después recopiladas en el libro del mismo nombre. Se divertía contando de sus amistades con rufianes, falsificadores y pistoleros, de las que saldrían muchos de sus personajes. Las Aguafuertes se convirtieron con el tiempo en uno de los clásicos de la literatura argentina.


Al mismo tiempo de su actividad como escritor, Arlt buscó constantemente hacerse rico como inventor, con singular fracaso. Formó una sociedad, ARNA (por Arlt y Naccaratti) y con el poco dinero que el actor Pascual Naccaratti pudo aportar instaló un pequeño laboratorio químico en Lanús. Llegó incluso a patentar unas medias reforzadas con caucho, que no fueron comercializadas.


En 1935 viajó a España y África enviado por El Mundo, de donde salen sus Aguafuertes Españolas. Pero salvo este viaje y alguna escapada a Chile y Brasil, permaneció en la ciudad de Buenos Aires, tanto en la vida real como en sus novelas, Los siete locos y su continuación, Los lanzallamas.


Murió de un ataque cardíaco en Buenos Aires, el 26 de julio de 1942.

Sus obras:
 

  • El juguete rabioso (1926)
  • Los siete locos (1929)
  • Los lanzallamas (1931)
  • El amor brujo (1932)
  • Aguafuertes porteñas (1933)
  • El jorobadito (1933)
  • Aguafuertes españolas (1936)
  • El criador de gorilas (1941)
  • Nuevas aguafuertes españolas (1960)
  • Teatro completo (1968)
  • Cuentos Completos (1997)

viernes, 13 de enero de 2012

JACK LONDON: una vida impresionante, como muchos de sus textos... nació un 12 de enero de 1876.


Jack London, probablemente nacido como John Griffith Chaney (12 de enero de 1876 – 22 de noviembre de 1916), fue un escritor estadounidense, autor de Colmillo Blanco, The Call of the Wild (traducida en español como La llamada de lo salvaje y La llamada de la selva), y otros cincuenta libros.

Antecedentes personales
Su madre fue Flora Wellman y algunos biógrafos creen que el padre biológico de Jack London fue el astrólogo William Chaney. La mayoría de los documentos civiles de San Francisco fueron destruidos en el terremoto de 1906. Por la misma razón, no se sabe con certeza el nombre que aparecía en el certificado de nacimiento.

Primeros años
Jack London nació en San Francisco (California). Esencialmente se auto-educó, proceso que llevó a cabo en la biblioteca pública de la ciudad leyendo libros. En 1883 encontró y leyó la novela Signa de la escritora Ouida, la cual relata cómo un joven campesino italiano sin estudios escolares alcanza fama como compositor de ópera. London acreditó al libro como su inspiración para comenzar su labor literaria.

En 1893, se apuntó en la tripulación de la goleta Sophia Sutherland, que partía a la costa de Japón. Cuando regresó, el país estaba inmerso en el pánico de 1893 y Oakland estaba azotado por un malestar laboral. Después de trabajos agotadores en un molino de yute y en una central eléctrica del ferrocarril, comenzó su vida de vagabundo.

En 1894, pasó treinta días en la penitenciaría de Erie County en Buffalo (Nueva York) por vagabundeo.

Después de varias experiencias como vagabundo y marinero, London regresó a Oakland, donde acudió a la Oakland High School, contribuyendo con varios artículos para la revista de la secundaria, The Aegis.

Jack London deseaba entrar desesperadamente a la Universidad de California y, en 1896, después de un verano de estudio intenso, lo hizo; pero los problemas financieros lo obligaron a irse en 1897 y nunca se graduó.

En 1889, London comenzó a trabajar de doce a dieciocho horas al día en la enlatadora Hickmott. Buscando una salida de su penoso trabajo, pidió un préstamo a su madre adoptiva, Jennie Prentiss, y compró la goleta Razzle-Dazzle, convirtiéndose en un ostrero. Después de algunos meses su goleta se dañó sin posibilidad de reparo. Se cambió al lado de la ley y se hizo miembro de la Patrulla Pesquera de California.

Mientras vivía en su casa de campo arrendada en Lago Merritt (Oakland), London conoció al poeta George Sterling y se convirtieron en buenos amigos. En 1902 Sterling ayudó a London a encontrar una casa cerca de la suya en Piedmont, California. Tiempo después, Jack London se distinguió en diversos campos, teniendo varios intereses y una biblioteca personal de 15.000 volúmenes.

Carrera literaria temprana (1898-1900)
El 25 de julio de 1897, London y su cuñado James Shepard zarparon para unirse a la fiebre del oro de Klondike donde ambientaría sus primeras historias importantes. Sin embargo, el tiempo que pasó en Klondike fue perjudicial para su salud. Como muchos otros que estaban involucrados con la fiebre del oro, desarrolló escorbuto. Sus encías se hincharon, provocando la pérdida de sus cuatro dientes frontales. Sus constantes dolores afectaron a su abdomen y los músculos de sus piernas, y su cara se cubrió de llagas. London sobrevivió las duras condiciones de Klondike, y esta lucha contra la muerte inspiró la que a menudo es catalogada como su mejor historia corta: "To Build a Fire".

Jack dejó en Oakland a un creyente del trabajo ético con conciencia social y conocimientos socialistas y se convirtió en un partidario activo del socialismo. También concluyó que sólo su fe de escapar de la trampa del trabajo fue conseguir una educación y "vender sus pensamientos". Durante toda su vida vio la escritura como un negocio, su pasaporte de salida de la pobreza, y esperaba una forma de llevar la riqueza a su propio juego.

Jack London fue afortunado durante su carrera literaria. Comenzó simplemente con nuevas tecnologías de impresión que permitían la producción de revistas de bajo coste. Esto resultó en una revolución para las revistas populares dirigidas a un amplio público, y un mercado fuerte para las historias cortas de ficción. En el año 1900, ganó aproximadamente 2.500 dólares con sus historias, el equivalente a unos 75.000 dólares actualmente. Su carrera estaba encaminada hacia el éxito.

Su primer matrimonio (1900-1904)
Jack London contrajo matrimonio con Bess Maddern el 17 de abril de 1900, el mismo día que The Son of the Wolf fue publicado.
Durante el matrimonio, Jack London continuó su amistad con Anna Strunsky, co-escribiendo The Kempton-Wace Letters, una novela epistolar contrastando el romanticismo con un amor científico.
Su primer hijo, Joan, nació el 15 de enero de 1901, y el segundo, Bessie (más tarde llamada Becky), el 20 de octubre de 1902.
Durante 1904 Jack y Bess negociaron los términos del divorcio, y el fallo fue concedido el 11 de noviembre de 1904.

Acusaciones de plagio
Jack London fue acusado de plagio en numerosas ocasiones durante su carrera. Era vulnerable no solo porque fuera un excelente y exitoso escritor, sino también debido a sus métodos de trabajo.

Rancho Hermoso (1910-1917)
En 1910, Jack London compró un rancho de 1.000 acres (4 km²) en Glen Ellen, en el condado de Sonoma, California, por 26.000 dólares. Después de 1910, sus obras literarias fueron en su mayoría composiciones literarias de pobre calidad escritas rápido para hacer dinero, escritas por la necesidad de proporcionar ingresos para el rancho.

Clarice Stasz escribe que London "había llevado completamente al corazón la visión, expresada en su ficción agraria, de la tierra como la versión más cercana del edén en la Tierra... estudió él mismo manuales de agricultura y tomos científicos. Concibió un sistema de rancho que hoy sería elogiado por su sabiduría ecológica". Estaba orgulloso del primer silo concreto en California, que designó el mismo a partir de una granja de cerdos circular. London esperó adaptar la sabiduría de la agricultura asiática sostenible a los Estados Unidos.
El rancho fue, por muchas medidas, un fallo colosal. El rancho es actualmente un punto de referencia histórico nacional en los Estados Unidos.

Puntos políticos
Jack London se hizo socialista a la edad de 20 años. Previamente, había estado poseído de un optimismo reprimido el cual venía de su salud y su fuerza, actuando de forma individual, trabajando duro y viendo al mundo como algo bueno. Pero tal como detalla en su ensayo, "Como me convertí en socialista", sus puntos de vista socialistas comenzaron cuando se abrieron sus ojos a los miembros de lo más bajo del foso social. London hizo una gira por el país conferenciando sobre socialismo en el año 1906 y publicó colecciones de ensayos cuya temática era el socialismo (La guerra de las Clases, 1905; Revolución y otros Ensayos, 1910).

A menudo se despedía en sus cartas con la frase "Vuestro para la Revolución" (en inglés Yours for the Revolution).

Es evidente un punto de vista socialista en sus obras, más notable si cabe en su novela El talón de hierro. El socialismo de Jack London venía del corazón y de su experiencia en la vida, y no de la teoría o del socialista intelectual.

En sus "Memorias de Lenin" (1930), su mujer, Nadezhda K. Krupskaya, afirma que dos días antes de su muerte leyó "Amor a la Vida" a su marido, Vladimir Ilyich Lenin.

Polémica racial
London compartió la preocupación de muchos californianos por la inmigración asiática y el denominado peligro amarillo, que utilizó como título de un ensayo que escribió en 1904.

Este tema fue también objeto de una historia que escribió en 1910, titulada The Unparalleled Invasion. Ambientada en 1976, London describe una China con sobrepoblación que conquista y coloniza los países vecinos, con la eventual pretensión de tomar el mundo entero. Las naciones occidentales responden bombardeando China con decenas de las más enfermedades más infecciosas. El genocidio, que se describe con bastante detalle, es descrito a lo largo de todo el libro como justificado y "la única solución posible al problema de China", y en ningún lugar se expresa ninguna objeción. Sin embargo, muchos de los cuentos de London destacan por su retrato empático de personajes mexicanos, asiáticos y hawaianos. En su correspondencia de la guerra ruso-japonesa, así como su novela inconclusa "Cherry", muestra gran admiración por las costumbres y capacidades japonesas.

Muerte
La muerte de Jack London está llena de controversia. Muchas fuentes antiguas la describen como un suicidio, y algunas todavía lo hacen. Sin embargo, esto parece presentarse como un rumor, o como una especulación apoyada en los incidentes que tienen lugar en sus escrituras ficticias. Su certificado de muerte establecía la causa en una uremia. Murió el 22 de noviembre de 1916. Se sabe que sufría un dolor extremo y que estaba tomando morfina, y es posible que una sobredosis de morfina, accidental o deliberada, pudo contribuir. El suicidio aparece en las historias de London. Estos hechos en sus historias probablemente contribuyeron al mito bibliográfico.

Los restos mortales de Jack London están enterrados, junto con los de su esposa Charmian, en el Parque Histórico Jack London, ubicado en Glen Ellen, California. La tumba simple está marcada con un pedrusco mohoso.